El orden y la limpieza de tu hogar tienen mucho que ver con tu estado de ánimo y tu mente.
Seguro que cuando te encuentras con un espacio ordenado te invade una sensación de paz y tranquilidad, y cuando entras en un lugar donde reina el caos, sientes desasosiego.
Pues a partir de ahora si pones en práctica estos sencillos trucos, notarás como la armonía se va haciendo un hueco en tu hogar y en tu mente.
Visualiza los espacios que quieres organizar.
Date un paseo por las habitaciones, o si no puedes haz un recorrido mental.
Presta mucha atención a todo lo que hay a tu alrededor, en lo que te gusta, en lo que no, lo que te estorba o lo que no necesitas.
Este es el primer paso para conseguir el orden, saber donde tienes que actuar y las zonas de almacenaje de las que dispones para poder dar un lugar a cada cosa.
Como ejercicio te diría que elijas algo que no te guste y te deshagas de ello inmediatamente, si no estas en el lugar que lo estas haciendo mentalmente, tíralo en cuanto puedas.
De esta manera abrirás paso al orden y tu mente se activará en modo de orden y limpieza.
Ponte a organizar y hazlo bien.
En la mayoría de los casos el desorden hace que no sepamos como abordarlo, lo que nos genera a la larga más desorganización.
Decídete de una vez y marca en tu calendario la fecha en la que vas a comenzar, piénsalo bien porque no hay vuelta atrás.
Ha llegado el momento elegido y comienzas a ordenar, hay que hacerlo bien, y el espacio o sección que hayas elegido debe organizarse de una sola vez.
Ánimo, lo vas a hacer genial!!!
Planifica categorías y secciones.
Como te decía antes cuando te pones a organizar hay que hacerlo de una sola
vez, pero sería inviable intentar organizar toda la casa en un día, y además te generaría gran estrés tenerte que enfrentar al orden de espacios tan grandes.
Por eso planifica categorías y secciones dentro de cada estancia. En algunos casos, incluso, tendrás que crear subsecciones.
Ropa, libros, papeles, artículos varios y pertenencias sentimentales.
Quédate con lo que te haga feliz.
Tienes ante ti montones de cosas, pero la mayoría de ellas no te generan ninguna sensación.
Piensa en por qué lo tienes, si no te hace feliz no está aportando nada a tu hogar y debes desprenderte de ello.
Regla de los 4 montones.
Cuando compruebas que te hace o no feliz, te aconsejo que utilices la regla de los cuatro montones.
- Lo necesito
- Lo tiro
- Lo dono
- Por si acaso…
Habrá cosas que te hacen feliz y por tanto necesitas.
Otras, sin embargo, claramente deben ir a la basura. (Si tu no lo necesitas tu familia tampoco)
Hay muchas cosas que se podrán vender o donar.
Y por último, el montón de por si acaso. En este montón solo debes dejar cosas que realmente sepas que quizá necesites o no te decides si te hace o no feliz.
(No llenes este montón con todas tus cosas que te conozco, estamos haciendo una limpieza profunda).
No debe contener más de 10 cosas o prendas.
Lo meterás en una caja y dentro de tres meses harás una revisión, si no te convence va al montón de tirar.
Guardamos y almacenamos.
Tienes ya seleccionado lo que te vas a quedar, ahora debes guardarlo.
Procura no dispersar los espacios de almacenaje, cada sección debe tener un sitio y estar lo más próximo posible.
Un trucazo es el almacenamiento vertical de ropa.
Comenzamos a ordenar???